Salmos 91:5-7

No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día,

Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya.

Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.

El que le tiene temor a Dios, no debe tenerle miedo al diablo. Porque el enemigo no nos puede tocar, porque le pertenecemos a Dios, aun para él querer tentarnos debe pedirle permiso a Dios, como hizo con Dios.

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Por ende, no temeremos al terror nocturno, porque Dios no solo nos cuida de día sino también de noche, ni ninguna saeta que vuele de día, como Dios está con nosotros las 24 hora, todos los días hasta el fin del mundo.

No hay enfermedad, ni pestilencia, ni virus, ni mortandad que nos destruya, antes bien, Dios nos protege.

Por eso, caerán a nuestros lados miles y no nos toparán, no nos harán mal, ni llegará a nosotros, porque el Ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen y los defiende.