EN ÁFRICA NIÑO ELEVA UNA ORACIÓN QUE CONMUEVE A DIOS.
|MUEVE EL CIELO CON UNA ORACIÓN ,Y SUCEDE EL MILAGRO.
En una labor humanitaria la misionera Heidi Baker relató el día en que las galletas fueron milagrosamente multiplicadas en una aldea en África, tras la oración de uno de los niños. Según la líder del ministerio Iris Global, muchos milagros relacionados con el suministro de alimentos han vivido en este continente.
“Necesitamos muchos alimentos para que todos coman . Si usted imaginara la cantidad de alimento que precisamos, usted se pondría espantar! Pero yo no estoy ansiosa por eso. “Me siento feliz, porque sé que Dios siempre provee para mí y para mis pequeños”, declaró Heidi.
“Un día hicimos una gran jornada de galletas para los niños. No son como las galletas occidentales; son diferentes, más duras y más pequeñas, pero a nuestros hijos les encanta, y es un mimo raro excepcional”, detalla la misionera.
pues cuenta que ese día se corrió rápidamente la noticia de que había galletas y cientos de niños fueron en busca de una para comer. “Juma, uno de nuestros pequeños, y Dawn, un misionero, eran los encargados. Pero comenzaron a sospechar que quedarían en aprietos por tanta demanda. Los niños estaban tomando más de una y llenando sus bolsillos. No habría suficiente para todos, porque continuaban llegando cientos de niños”.
Heidi señaló como “enseñan a sus hijos a orar si necesitan comida”, sobre la base de lo que muestran las Escrituras. “Eso es lo que sucedió en la Biblia, y la Biblia es lo que vivimos. Por eso, nos basamos en las historias de la Biblia”, aseguró.
Con tal situación tan compleja , el pequeño Juma decidió orar para que Dios multiplicara las galletas para lograr alimentar a todos los niños. “Dios ha realizado milagros con alimentos muchas veces para nosotros, es normal que esto suceda con pan y pollo. Esta vez, el pequeño oró por esa bolsa de galletas”, explicó Heidi.
Prosiguió testificando: “Estaban Juma y Dawn, con cientos y cientos de niños, y la bolsa de galletas no se agoto”, contó la misionera.
Heidi reflexionó que esta no era una necesidad básica, pero también Dios bendice a sus hijos con mimos. “Este no fue un milagro necesario”, reconoció la misionera. No tenían que tener esas galletas. Pero Dios nos ama y bendice y nos da buenos regalos. Él también adora cuando confiamos en Él para responder a las más sencillas de las oraciones: ‘¡Socorrerme!’.como refiriendo al salmo 34,6 Este pobre clamo ,y le oyó jehova y lo libro de todas sus angustias.