4 consejos que Dios le da a los solteros.

¿Qué habla la Biblia acerca de los solteros?

1. Dios no dejó a Adán soltero; le hizo ayuda Idónea
Oscar Wilde resumió la opinión de muchos: “El celibato es la única perversión sexual conocida”.En el primer siglo, el rabino Eleazar dijo, “Cualquier hombre que no tiene esposa no es un hombre correcto”. El Talmud fue aún más lejos: “El hombre que no se casó a los 20 está viviendo en pecado”.

Un hombre estaba tan harto de que le preguntaran “¿Todavía estás soltero?” que comenzó a responder, “¿Todavía estás casado?”. Debemos resistir la implicación de que la soltería es lo segundo mejor. La Biblia no dice eso. El matrimonio es bueno, pero también lo es la soltería: ha sido “dada” a algunos.

El matrimonio fue instituido por Dios, ordenadole al hombre reproducirse, con respecto a los solteros, Pablo n su estado de continencia, no prohibe que se casen pero tampoco a que se apresuren; Quisiera más bien que todos los hombres fueran como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. (1 Corintios 7:7)

2. La soltería tiene ventajas.

Pablo menciona dos ventajas de la soltería en 1 Corintios 7:
Los solteros están libres de los “problemas” del matrimonio. Hay muchas grandes bendiciones en el matrimonio, pero hay dificultades también. Es comprensible que las parejas cristianas a menudo no hablen abiertamente sobre las cosas difíciles que atraviesan , lo que puede dar a los solteros una visión de color de rosa del matrimonio. Pero hay un lado negativo, incluso cuando la relación de una pareja casada es buena: la vida es más complicada. Hay más de una persona a considerar en las decisiones sobre el uso del tiempo, el alojamiento, las vacaciones, incluso el menú diario. Y hay más de una persona de la cual preocuparse.
Las personas solteras pueden dedicarse más plenamente a la obra de Dios: “El soltero se preocupa por los asuntos del Señor, de cómo agradar al Señor. Pero el casado se preocupa de las cosas de este mundo, de cómo agradar a su mujer y sus intereses están divididos” (1 Corintios 7:32-34). Una parte vital de la responsabilidad cristiana de las personas casadas es cuidar de su cónyuge e hijos. Eso debería tomar tiempo. No es ninguna coincidencia que muchas actividades de la vida de la iglesia dependen en gran medida de los que no están casados. Algunos conscientemente deciden quedarse solos para dedicarse a la obra cristiana. La mayoría de las personas solteras no han elegido la soltería de esa manera y sin embargo, tienen las mismas ventajas que aquellos que lo han hecho. En lugar de centrarse en las dificultades de ser solteros, como hacen algunos, todos debemos aprovechar al máximo las ventajas del tiempo de  soltería  mientras lo tenemos.
3. La soltería es difícil.
Cuando Dios vio a Adán por su cuenta en el Jardín del Edén, Él dijo: “No es bueno que el hombre esté solo. Haré ayuda idónea para él”, Génesis 2:18. Así que Eva fue creada para satisfacer la necesidad de compañerismo de Adán, y los dos se reunieron de por vida en su  matrimonio. Es por los tanto probable que los solteros luchen con la soledad y la tentación sexual. Esas luchas ciertamente no son exclusivas de los solteros, pero son una parte muy importante de su condición individual. Algunos buscarán eliminarlas casándose.
4. La soltería no es permanente.

Muchos de los que están actualmente solos, un día se casarán. Otros seguirán estando solos durante toda su vida. Pero ningún cristiano estará solo para siempre. El matrimonio humano refleja el matrimonio que Dios quiere para disfrutar con su pueblo para siempre. La Biblia habla de Jesús como el novio que un día volverá a tomar su novia, la iglesia, para estar con Él en la nueva creación perfecta. Ese día todo el dolor desaparecerá, incluyendo el dolor de un matrimonio difícil o la soltería. Dios enjugará toda lágrima de los ojos y un gran grito será escuchado: “Gocemosnos y alegrémonos, y démosle a El la gloria, porque las bodas del Cordero han llegado y su esposa se ha preparado”, Apocalipsis 7:17; 19: 7.
Las relaciones humanas sí importan, pero ninguna es tan importante como nuestra relación eterna con Jesús.

Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad